Mensaje en el VII Aniversario de Abril

El 18 de abril de 2018 marcó un antes y un después en la historia de Nicaragua. Ese día, miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores y ciudadanos de todas las edades salieron a las calles para defender la dignidad de nuestro pueblo frente a los abusos del régimen Ortega-Murillo. Lo que comenzó como una protesta contra las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) se convirtió en un grito unánime por libertad, justicia y democracia.
Sin embargo, ese grito fue sofocado por la represión. Más de 350 nicaragüenses perdieron la vida, cientos fueron encarcelados, torturados y forzados al exilio. Familias enteras fueron desgarradas, y muchos líderes sociales y políticos fueron privados de su nacionalidad. Hoy, siete años después, recordamos con profundo dolor a quienes dieron todo por un futuro mejor, pero también con firmeza reafirmamos nuestro compromiso de luchar por la Nicaragua que merecemos.
En este aniversario, queremos rendir homenaje no solo a los mártires, sino también a todos aquellos que resisten desde dentro y fuera del país.Actualmente hay 52 personas presas, además 13 personas están desaparecidas por ocultamiento de paraderos y negación de visitas. Todas acusadas de ‘traición a la patria’ por exigir democracia. Su valentía nos recuerda que la esperanza nunca muere, aunque sea constantemente atacada. En ellos encontramos la inspiración para seguir adelante.
La dictadura de Ortega-Murillo ha demostrado ser implacable en su afán de perpetuarse en el poder. Ha utilizado la violencia, el miedo y la manipulación para dividirnos, desmovilizarnos e intentar destruir cualquier intento de cambio. Pero también ha mostrado sus debilidades: depende de la inercia para mantenerse en pie.
Por eso, hoy más que nunca, Somos Nicaragua hace un llamado urgente a la unidad, la organización y la movilización. No basta con condenar el autoritarismo o llorar a nuestros caídos. Debemos actuar juntos, sin divisiones ni egocentrismos, porque solo así podremos derrotar a la tiranía.
Sabemos que existen diferencias entre los sectores que conforman la oposición. Sin embargo, estas diferencias deben quedar en segundo plano frente al objetivo común: recuperar nuestra soberanía y construir una Nicaragua democrática, justa y libre. La unidad no significa uniformidad; significa reconocer nuestras diversidades y trabajar juntos hacia un propósito compartido.
La lucha contra la dictadura requiere preparación, estrategia y coordinación. Desde los territorios hasta las organizaciones en el exilio, cada uno de nosotros tiene un rol que cumplir. Fortalezcamos nuestras redes, organicémonos en espacios inclusivos y participativos, y desarrollemos planes concretos que nos permitan avanzar hacia el derrocamiento de la dictadura.
Nuestro mayor activo es la movilización organizada. El régimen teme al pueblo unido, porque sabe que carece de legitimidad. Por eso, debemos usar todas las herramientas a nuestro alcance —desde manifestaciones simbólicas hasta presión internacional— para estrechar el cerco sobre la dictadura y exigir su salida inmediata.
Sabemos que el camino no será fácil. La dictadura hará todo lo posible por desalentarnos y dividirnos. Pero también sabemos que el futuro está en nuestras manos. Si actuamos con determinación, creatividad y solidaridad, podemos reconstruir un país donde los jóvenes tengan oportunidades, donde los ancianos vivan con dignidad y donde todos podamos disfrutar de los derechos fundamentales.
Este 18 de abril, renovemos nuestro compromiso con la lucha por la libertad. Que cada acto de memoria, cada reunión, cada palabra escrita o pronunciada sirva para fortalecer nuestra causa. Juntos podemos transformar el sacrificio de nuestros mártires en semillas de esperanza y cambio.
Nicaragua nos pertenece a todos. ¡Unámonos, organicémonos y movilicémonos para recuperarla!
¡LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡VIVA NICARAGUA LIBRE!
12 de abril de 2025
SOMOS NICARAGUA